El tratamiento de la hiperactividad infantil depende, en gran medida, de cada caso concreto, pero existen distintos tratamientos que debéis conocer. Primero, el tratamiento farmacológico. Se basa en estimulantes que ayudan al pequeño a concentarse. Además, pueden recetarse sedantes si se observa en el niño algún tipo de rasgo destructivo.
El segundo de los tratamientos es el tratamiento psicoterapéutico. Éste ayudará al pequeño a mejorar su ambiente y su integración en el colegio a través de técnicas de modificación de la conducta. Este tratamiento es muy útil porque, además de aportar beneficios al niño, mejorará el ambiente en el hogar familiar y os ayudará a vosotros, los padres, a hacer frente a la situación.
Por último, se puede recurrir al tratamiento cognitivo, también denominado de autoconstrucciones. A partir de él, se planean una serie de tareas a realizar por el niño. Así, el pequeño aprende a planificar sus actividades, a concentrarse, a mejorar su lenguaje interno y a observar los resultados positivos que se obtienen cuando se ha terminado por completo una actividad.