La vacuna de la gripe una de las vacunas de niños recomendades ya que esta enfermedad a menudo se confunde con el resfriado común, pero los síntomas de la gripe suelen desarrollarse deprisa (generalmente entre 1 y 4 días después de que la persona se exponga al virus de la gripe) y suelen ser más fuertes que los típicos estornudos y la nariz tapada propios del resfriado.
Los síntomas de la gripe pueden incluir: fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolores musculares ,mareo, pérdida de apetito, cansancio, tos, dolor de garganta, moqueo nasal, náuseas o vómitos, debilidad, infección del oído,diarr
La gripe es muy contagiosa y se puede transmitir de persona a persona a través del aire, por la tos y los estornudos, especialmente por contacto con las manos o también por medio de objetos que hayan sido contaminados con el virus, como un juguete o una toalla.
Los pequeñitos que van a guardería y los que están en la edad escolar son los más expuestos al contagio. A su vez, los niños griposos son habitualmente fuente de diseminación de la enfermedad entre sus familiares convivientes.
Importancia de la vacuna de la gripe
El virus de la gripe tiene la propiedad de poder cambiar de año en año; como consecuencia, nuestras defensas no son capaces de reconocerlo o solo parcialmente cada vez que vuelve y por eso puede provocarnos la enfermedad en cada nueva temporada. Ésta es la razón por la que anualmente hay que fabricar una vacuna diferente, adaptada a los cambios que haya sufrido el virus. Además, aun pareciéndose los preparados de un año a otro, la respuesta obtenida tras la vacunación declina con el paso de los meses y se aconseja volver a vacunar en la temporada siguiente.
Calendario de vacunas
Han de ser las autoridades sanitarias las encargadas de establecer las recomendaciones en cada campaña, en función de la situación epidemiológica.
La vacuna de la gripe sólo se debe usar en niños a partir de los 6 meses de edad.
En España, se recomienda la vacunación anual a los niños con enfermedades de base que les hagan más propensos a las complicaciones, como asma moderada o grave, diabetes, algunas enfermedades renales, enfermedades del sistema inmunológico, enfermedades neurológicas con hipotonía, tratamientos mantenidos con aspirina, etc.
También debe vacunarse de la gripe a los niños y resto de convivientes de enfermos en los que podría resultar especialmente peligrosa esta enfermedad, estén o no ellos mismos vacunados.
Podrían aceptarse otros usos de la vacuna, como sería el empleo en los pequeños que acuden a guarderías o incluso la vacunación sin que existan circunstancias que supongan un riesgo aumentado de contagio. Le recomendamos, ante la duda, que lo consulte con su pediatra.
Solo algunos países, como EE. UU., aconsejan la vacunación anual de toda la población contra la gripe, pero desde el punto de vista sanitario, la recomendación más generalizada es vacunar sólo a las personas de riesgo, incluyendo a todos los mayores de 60-65 años.
Efectos secundarios de la vacuna de la gripe
La vacuna de la gripe es muy segura. Los efectos secundarios son los habituales de otras vacunas inyectables, fundamentalmente locales (dolor y enrojecimiento en el sitio de la inyección) o generales leves (fiebre, malestar…). Son excepcionales otro tipo de reacciones como disminución de las plaquetas o complicaciones neurológicas (neuritis, síndrome de Guillain Barré, etc.).
Como medida de precaución ante reacciones inmediatas, siempre que se administre un inyectable se debe permanecer, al menos, 20 minutos en el centro de vacunación.
Contraindicaciones de la vacuna de la gripe
La vacuna no se debe administrar a personas con alergia grave al huevo, puesto que los virus utilizados para fabricar las vacunas se cultivan en huevos de gallina. No obstante, los casos moderados o leves se pueden vacunar de la gripe, pero debe consultarse antes al pediatra.
Como en el resto de las vacunas, la de la gripe no debe administrarse a quien haya sufrido una reacción alérgica grave frente a alguno de sus componentes.
La vacuna de la gripe puede y debe administrarse a las embarazadas, ya que están incluidas en los grupos de riesgo de complicaciones, sin que esto suponga ningún peligro para el feto, más bien al contrario.
Fuente: Comité Asesor de Vacunas – Asociación Española de Pediatría
Generalmente administrada entre septiembre y mediados de noviembre (aunque se puede administrar en otro momento del año), la vacuna de la gripe reduce las probabilidades de que una persona promedio contraiga la gripe durante esa estación en hasta un 80%.
Pero, puesto que la vacuna de la gripe protege de la infección provocada sólo por una cantidad reducida de los virus que pueden provocar síntomas gripales, el hecho de que una persona se ponga la vacuna no es una garantía de que no vaya a enfermar durante la estación de la gripe. Pero, si una persona que se ha puesto la vacuna contrae la gripe, lo más probable es que presente menos síntomas y éstos sean más leves.
Administrada en forma de inyección en el brazo, la vacuna de la gripe contiene virus de la gripe muertos que no le provocarán la gripe a su hijo, pero harán que su cuerpo luche contra la infección provocada por el virus de la gripe. Si una persona se pone una vacuna que contiene determinadas cepas del virus de la gripe, estará protegida contra esas cepas en particular en el caso de que entrara en contacto con ellas.
Aunque usted vacunara a su hijo el año pasado, eso no lo protegerá contra el virus de la gripe este año, ya que la protección «caduca» porque los virus de la gripe cambian constantemente. Éste es el motivo de que la vacuna se tenga que actualizar cada año para incluir las cepas más actuales del virus.
Para los niños menores de 9 años que se pongan la vacuna por primera vez, ésta se deberá administrar en dos inyecciones separadas entre sí por un período de un mes. Después de la administración de la vacuna, el cuerpo puede tardar entre 1 y 2 semanas en desarrollar la protección contra la gripe.
Si la vacuna se administra antes de que la gripe esté en pleno apogeo, el cuerpo tendrá más oportunidades para desarrollar la inmunidad o protección contra el virus. Aunque la vacuna se puede administrar durante la período del año con más gripe, es mejor que se la ponga a su hijo pronto que tarde, siempre y cuando el pediatra lo considere necesario.
Fuente: Comité Asesor de Vacunas – Asociación Española de Pediatría