La fiebre tifoidea es una infección bacteriana aguda causada por Salmonella tiphi, que cursa con fiebre, dolor de cabeza, malestar, falta de apetito, insomnio. En adultos y en jóvenes es más frecuente el estreñimiento que la diarrea, es necesario el tratamiento para evitar las complicaciones, incluso la muerte. Determinadas personas pueden convertirse en portadores.
Se adquiere a través del consumo de alimentos o aguas contaminadas (El marisco recogido en fondos contaminados por aguas residuales, constituye una fuente importante de infección), o mediante el contacto directo con heces contaminadas, o bien al tomar crudas las frutas y/o verduras fertilizadas con excrementos
humanos, o por la leche y los productos lácteos contaminados. Las moscas pueden contaminar los alimentos.
Adoptando todas las precauciones necesarias para evitar el consumo de agua y alimentos contaminados y con la administración de vacuna. Aunque esta enfermedad se puede adquirir en cualquier lugar del mundo, el riesgo para los viajeros internacionales es bajo, excepto en zonas del norte y oeste de África, en el Subcontinente Indio, Sur de Asia, en algunos países de América del Sur y en aquellos destinos donde existan microorganismos resistentes a antibióticos.
El riesgo está asociado a las malas condiciones higiénicas en relación con la preparación y manipulación de los alimentos, con el control de la calidad del agua de bebida y con aquellos lugares donde la eliminación de aguas residuales no se controla.
Los viajeros que se dirijan a zonas altamente endémicas. La indicación personalizada debe realizarse en un Centro de Vacunación Internacional.
Al menos, 3 semanas antes de la partida, se debe vacunar. Es necesaria una sola dosis por vía intramuscular. Cada 3 años si continua el riesgo de exposición.
No debe vacunarse como norma general aquellas personas que presenten problemas médicos que contraindiquen la administración de esta vacuna, así como las personas que han presentado hipersensibilidad a dosis anteriores.
Reacciones que pueden presentarse
Ocasionalmente pueden producirse reacciones locales leves y de corta duración como, enrojecimiento, hinchazón y dolor en el lugar de la inoculación, pudiendo aparecer en raras ocasiones fiebre, nauseas, vómitos, dolor muscular o articular y en muy raras ocasiones reacciones alérgicas.
La vacuna protege frente al riesgo de infección relacionado con la Salmonella typhi, pero no protege frente a otras especies de Salmonellas. Las personas vacunadas deben adoptar precauciones para evitar el consumo de alimentos y agua potencialmente contaminados.