Los orzuelos son protuberancias rojizas dolorosas, que afectan a los párpados. Su apariencia es similar a la de un grano, ya que contiene pus en su interior.
La aparición de los orzuelos suele deberse a una debilidad orgánica que produce un descenso de las defensas del organismo. Al sucedes esto se forman gérmenes que tapan las glándulas oculares, lo cual provoca una inflamación de las glándulas locales, que genera la formación de orzuelos.
En el caso de los niños suele desencadenarse por un mal control de las enfermedades de la visión (miopía, astigmatismo, etc); pero la mayoría mejora aproximadamente en una semana, aunque los más rebeldes pueden durar algunos meses.
Lo bueno es que los orzuelos generalmente no presentan ninguna complicación por lo que los oculistas pueden tratarlos con facilidad.