Los ácaros del polvo viven en tejidos y alfombras y son comunes en todas las habitaciones de la casa. Pero la mayoría de los niños se exponen a la mayor parte de los ácaros del polvo en el dormitorio, donde los colchones y las almohadas son el verdadero hábitat de estos microbios.
Puedes seguir los siguientes cuidados y notarás los cambios:
- Recubre el colchón del bebé con una funda impenetrable de tela con trama muy ceñida, que puedes comprar en las tiendas de artículos hipoalergénicos. A diferencia de las fundas de vinilo, ésta proporciona una útil barrera que permite la transpiración y no se arruga. Usa cobijas, en vez de edredones grandes y mullidos.
- Lava la ropa de cama una vez por semana con agua caliente para matar los ácaros. Coloca la temperatura del calentador alrededor de 130 grados Fahrenheit (55 grados Celsius) antes de lavar la ropa de cama. Después no te olvides de volver a bajar la temperatura del calentador a unos 120 -125 grados F (50 grados C) para que tu familia no se queme cuando vaya a lavarse las manos.
- Evita amontonar juguetes de peluche en la habitación del bebé porque atraen como un imán los ácaros del polvo. Lava aquellos que sean los favoritos de tu pequeño con agua caliente una vez a la semana o, en su defecto, mételos de noche en el congelador para que el frío mate los ácaros.
- Sacude el polvo y pasa la aspiradora una vez por semana o cada dos semanas, pero asegúrate de que el bebé no esté en la habitación cuando lo hagas. La acción de sacudir el polvo y pasar la aspiradora puede esparcir las partículas residuales de los ácaros que queden en la habitación. Pasar un trapo húmedo, en lugar de usar un sacudidor, tal vez te ayude a evitarlo.
- Piensa en invertir en una aspiradora con un filtro HEPA (atrae partículas con alta eficiencia), que atrapa incluso las partículas microscópicas que no retienen las aspiradoras comunes.
- Si tu hijo tiene una intensa alergia a los ácaros del polvo, contempla la posibilidad de quitar las alfombras que van de pared a pared y reemplazarlas por un piso que no le cause problemas.
- Limpia o reemplaza los filtros de la calefacción y el aire acondicionado una vez por mes durante las estaciones en que se usan. Haz limpiar los conductos de la calefacción todos los otoños.