Un error cometido con frecuencia por los padres es hacer diferencias entre sus hijos. Los celos son el resultado de las “preferencias” poco entendidas aunque sí sufridas en la primera etapa de la infancia.
Te listamos algunas actitudes que podrían estar dañando las relaciones entre tus hijos.
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Dedicar mucho tiempo al recién nacido descuidando las necesidades de tu hijo mayor.
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Corregir al niño grande con brusquedad, resaltando siempre sus fallas y nunca sus aciertos.
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No advertir a familiares (abuelos, tíos) o amigos cercanos que el niño está atravesando por una etapa de celos. Es natural que concentren su miradas en el bebé, pero el otro pequeño necesita ser tomado en cuenta y en estos casos con mucha más razón.
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Minimizar las peleas entre los niños. Siempre es necesario enseñarles a compartir.
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Identificarse con uno de los niños en cuanto a talentos o destrezas y comentarlo abiertamente haciendo una clara comparación.