No existen trucos infalibles para conseguir que tu cuerpo segregue la cantidad deseada de leche de forma rápida y efectiva. Básicamente tendrás que introducir algunos cambios en tus rutinas diarias y ser cuidadosa al iniciar la lactancia, adoptando los horarios y posturas adecuadas para amamantar.
- Confirmar que tu bebé adopte la posición correcta durante la lactancia.
- En cuanto a la frecuencia de las tomas es aconsejable que vaya de 8 a 12 veces cada día, ello ayudará a regularizar la producción de la leche (mayor frecuencia = mayor cantidad).
- Evita las bebidas con té y café, o los medicamentos recetados por tu médico durante el embarazo, así como el tabaco y el alcohol.
- Es recomendable tomar mucho líquido (mínimo 3 litros). Sin embargo, no confíes en los remedios que aseguran que bebiendo leche tú también producirás mayor cantidad de leche materna. Lo mismo sucede con la cerveza, sólo son mitos que no tienen una base fiable.
- Descansa. Procura dormir bastante y empiece tranquila la nueva experiencia de la lactancia al lado de tu bebé.