Los niños con trastornos de habla, voz o lenguaje logran recibir el tratamiento y corregir su problema si las personas más cercanas a su entorno, en este caso sus maestras o padres advierten sus síntomas a tiempo. Veamos algunos indicadores:
- Sus palabras son confusas, es difícil mantener una conversación fluida con él.
- Respira por la boca.
- Tiene dificultad para pronunciar sonidos o agrega sonidos a las palabras
- Habla poco o no habla.
- Muestra cambios en su voz, continuamente se le escucha afónico.
- Se desorienta ante la mínima interrupción.
- Muestra alteraciones sensoriales (oído, visión, gusto).
El campo de acción de un logopeda antes era exclusivo de centros de educación especial, sin embargo, ahora las escuelas regulares también requieren de sus servicios entendiendo su importancia para el desarrollo del niño.