La labor de los padres para controlar la obesidad infantil de sus hijos resulta fundamental. El primer paso y el más importante es la prevención del sobrepeso en niños. Si la obesidad en los niños no se trata a tiempo, puede llegar a convertirse en una enfermedad crónica, que comportará un sufrimiento físico y psicológico importante a lo largo de toda la vida.
La influencia que ejerzas en la educación alimentaria de tu hijo será decisiva en sus hábitos a lo largo de su vida. Tus hijos aprenden por imitación lo que ven en casa, por eso es indispensable que mantengas unos hábitos alimentarios sanos y que cuides mucho la nutrición en niños. Ten siempre en cuenta que la alimentación de tu familia, y especialmente la de tu hijo, debe cumplir los siguientes requisitos:
- Prepara una dieta para niños equilibrada y variada en platos, sabores, texturas y consistencia y colores, para acostumbrarle a comer de todo. No olvides que tu ejemplo es el más decisivo, pues el niño tiende a imitar tus hábitos.
- Al darle a tu hijo un alimento nuevo, inténtalo al principio de la comida, momento en el que el niño tiene más apetito y se incrementan las posibilidades de que lo pruebe. Insiste varias veces, cocinando el alimento de distinta forma, hasta que el niño descubra el nuevo sabor, se aficione y se acostumbre a él.
- No utilices los alimentos como premio o castigo: tu hijo puede convertirse en un caprichoso y adquirir manías si empleas este sistema.
- Orienta las preferencias de tu hijo sobre los alimentos, de manera que coma de todo y no sólo aquello que le gusta: sustituye los snacks por fruta, enséñale a tomar agua o zumos en vez de refrescos, etc.
- Educa a tu hijo en una alimentación sana: de manera divertida y a través del juego, trata de transmitir al niño la importancia de comer sano.
- Evita que tu hijo coma a menudo alimentos poco nutritivos como golosinas, patatas fritas, bollería y refrescos, que además le quitan el apetito.
- Convierte el desayuno en una de las comidas más importantes del día, incluyendo al menos un lácteo, cereales y fruta o zumo. Para el almuerzo y la merienda, prepárale bocadillos caseros, frutas y lácteos. Procura que la cena sea más ligera y sencilla que la comida, ayudará a tu familia a dormir mejor y a descansar más.
- Infórmate sobre los menús del colegio de tu hijo. De esta manera podrás completar su dieta con el resto de comidas que haces en casa.
- Motiva a tu hijo a desarrollar una actividad física programada regularmente.
- En caso de comprobar que tu hijo padece sobrepeso, acude a un médico especialista. Sólo él será el encargado de indicarte las pautas alimentarias que tu hijo debe seguir.