Sucede con mucha frecuencia que muchos niños le cojan un pánico terrible al solo hecho de escuchar que van a ir al médico, peor aún si se les dice que es necesario hospitalizarlos y que permanecerán unos días internados.
Es ahí, cuando los padres deben aprender evitar el miedo al médico actuando de manera correcta para hacer que los niños pierdan o al menos reduzcan el miedo a los hospitales, a una posible hospitalización y al médico que los atenderá.
Si se tienen que hacer pruebas, que sabemos pueden ser molestas para los pequeños, se les tiene que explicar todo lo referente a ellas. Se debe permanecer al lado del niño todo el tiempo que sea permitido, acariciarlo y abrazarlo, sobre todo en los momentos de dolor físico, para darle seguridad.
Hay que transmitirle al niño la idea de que con la hospitalización o la cirugía, si es el caso, no sufrirá lesión, al contrario se pueden curar y solucionar su problema.
Mantén siempre cuidado con las palabras que uses para no asustarlo, evita los términos “coser”, “rajar”. También puedes mencionarles las ventajas de los calmantes y las anestesias para combatir el dolor. Por último puedes llevarle un juguete u objeto preferido de su vida diaria para que se sienta un poco en casa.