Muchos padres encuentran en los dibujos de sus hijos, las respuestas a sus interrogantes. Aprenden a entender sus emociones, sus miedos, angustias y descubren es mundo interior antes desconocido para ellos
Todo inicia con simples garabatos y más adelante las figuras empiezan a adquirir significado, en ocasiones creemos ver en ellos sus emociones o su mirada frente al mundo que lo rodea, sin embargo solo profesionales como los psicólogos están en condiciones de asociar dichos trazos con la realidad
Los profesionales encargados de hacer la evaluación necesitan conocer las circunstancias vividas por el niño en casa o en la escuela, durante ese tiempo o en años anteriores. De esta forma será más fácil establecer un diagnóstico basado en su historia personal
Los dibujos ayudan a conocer los sentimientos y deseos del pequeño. Es posible saber cuan cercanos son respecto a sus padres o el nivel afectivo con sus compañeritos de escuela, sin embargo no son aplicables en todas las área de su vida.