A los 18 meses, el bebé ha madurado mucho y empieza a interesarse más por todo su entorno. Con un año y medio, puedes distraer al bebé con libros con ilustraciones llamativas, pues es normal que ya sepa identificar imágenes y objetos y que los nombre en voz alta. Dale cuentos con muchos dibujos y que no sean muy largos, que le permitan asociar el relato que tú le lees con los dibujos que aparecen.
Te sorprenderá también que a esta edad el bebé juegue con sus muñecos dándoles vida propia: verás que los maneja para que hablen y actúen, y es capaz de inventar escenarios donde los juguetes interaccionan entre ellos. Es bueno que de vez en cuando participes en este juego con él, e incluso que juguéis a interpretar vosotros mismos diferentes personajes y situaciones.
Por otra parte, es bueno que le motives con juegos que le ayuden en su desarrollo físico: inventa algún juego en el que el bebé tenga que dar pasos a diferentes velocidades y de diferentes tamaños, juegos que impliquen subir y bajar escalones o, por ejemplo, dale una escoba para que finja que es un caballito y trote con ella… Ten cuidado y supervisa al bebé siempre que practiquéis estas actividades. ¡Ya verás qué divertido!