Los adolescentes están en plena etapa de desarrollo, ganarán el 20% de su talla de adulto , frente al 50% de su peso total.
Aunque las demandas nutricionales sean diferentes en cada uno de los jóvenes, es necesario asegurarnos que la elaboración de su dieta sea proporcional al desgaste energético del menor.
Se recomienda:
Carbohidratos (entre ellas frutas y verduras): el 50% de la energía total de la dieta.
Proteínas (entre ellas carnes, huevos, pescado, soja, legumbres, frutos secos): el 20% de energía total, un porcentaje mayor para los nutrientes de origen vegetal.
Grasas: De 30 a 35% de las calorías incluidas en las grasas saturadas (mantequilla, leche, queso), monoinsaturados (maní, aguacate, aceite de oliva) y poliinsaturados (aceites de pescado).
En cuanto a las vitaminas es aconsejada la ingesta de calcio, hierro y zinc dentro de las comidas y como suplemento, si los médicos así lo indican.