La familia es la institución clave en la socialización de los niños, debido a su papel de transmisor de valores, normas, etc. No olvides que los niños aprenden por imitación y tu ejemplo es el más valioso a la hora de configurar su comportamiento.
Los niños con conductas agresivas y potenciales acosadores suelen provenir de familias que carecen de reglas, les falta supervisión y control de su conducta, o de familias con una disciplina demasiado dura, poca comunicación y tendencia a tensiones y peleas.
Por eso, es indispensable la actitud de los papás con sus hijos, estableciendo pautas que alejen a los niños del bullying:
- Preocúpate por tus hijos y habla con ellos, creando un canal de diálogo.
- Presta atención a los posibles síntomas de acoso escolar como nerviosismo, falta de apetito, insomnio, fobia escolar…
- Controla y supervisa las conductas de tu hijo, observando qué hace, dónde va, cuáles son sus reacciones ante los problemas, etc.
- Determina unos límites y normas de cumplimiento obligatorio.
- Educa a tu hijo para convivir con otros niños. Debe aprender a controlar emociones como la rabia, el enfado, etc.