Una alimentación saludable para tu niño tendría que estar compuesta de cinco comidas. La merienda, a media tarde, es una de ellas, que le debe aportar al pequeño entre un 10 y un 15% de las calorías que necesita cada día.
La merienda de tu hijo debería aportar entre un 10 y un 15% del total de calorías diarias. Debe ser, por tanto, una comida ligera, porque si el niño merienda demasiado, no tendrá hambre a la hora de la cena. Lo importante también es que adaptes esta comida a las características de tu hijo. Por ejemplo, si hace mucho deporte, tendrá que ser más contundente que si le sobran unos kilitos o no hace ejercicio.
En la merienda deberíamos incluir alimentos similares a los del desayuno: fruta o zumo, un lácteo y algún cereal. Estos alimentos aportan proteínas, calcio, carbohidratos, vitaminas, minerales y fibra. De vez en cuando,puedes darle un bocadillo con jamón, queso… o algún dulce, pero no abuses de ellos.
Muchas mamás preguntan si pueden darles la merienda a sus hijos por la calle, en el camino del cole a casa o en el parque. Sí, no hay problema en ello, siempre y cuando esto no sea molesto para el pequeño y pueda comer con tranquilidad. Si vas a darle la merienda fuera de casa, elige alimentos adecuados: un pequeño bocadillo o sándwich, fruta fácil de pelar como el pátano, lácteos para beber…