A partir del sexto mes, debes empezar a incluir alimentos variados en la dieta de tu bebé. Hasta el momento, la lactancia materna o la leche artificial había sido el alimento exclusivo de tu hijo, pero ha llegado el momento de empezar a introducir los sólidos.
Te recomendamos que vayas poco a poco, dándole pocas cantidades e introduciendo los alimentos de uno en uno, hasta que pasados unos días, puedas comenzar a mezclar. Generalmente, se suele empezar con papillas de frutas o de alguna verdura como la zanahoria, el calabacín o las patatas.
Más adelante, cuando el bebé ya se haya acostumbrado a las verduras, será el momento de empezar a incluir en su dieta la carne. Comenzaremos también poco a poco y en cantidades pequeñas, preferiblemente de pollo. Debes tener mucho cuidado en triturar todo bien, ya que el bebé se enfrenta a una textura nueva que al principio puede provocarle rechazo.
Introducir nuevos alimentos en la alimentación de tu bebé no significa que debas abandonar la leche, pues ésta debe seguir siendo un complemento importante de la dieta del niño.