Los niños tienen pesadillas con mucha frecuencia. Uno de cada cuatro pequeños de a partir de 3 años tiene pesadillas más de una vez por semana.
Las pesadillas en niños son la forma en que el cerebro consigue procesar las emociones fuertes y las experiencias difíciles. Los niños, más indefensos y dependientes, tienen malos sueños con mayor frecuencia. También se asustan más con las pesadillas porque aún no saben distinguir entre la realidad y la fantasía y pueden creer que lo que acaban de soñar existe de verdad.
Entre los tres y los cinco años, prácticamente todos los niños tienen sueños de miedo de vez en cuando, y uno de cada cuatro los sufre más de una vez por semana. Cuando aparecen de forma esporádica y su frecuencia va disminuyendo conforme el niño crece, son absolutamente normales. Cuando no es así, puede haber detrás algún problema emocional que convendría consultar con un psicólogo.
Normalmente, las pesadillas en niños no se deben a ningún problema, sino que ocurren por multitud de razones: estrés físico o emocional, ver alguna situación trágica en la tele, alguna experiencia que altera al niño, un cambio en su hora habitual de acostarse, un día de mucho movimiento y emociones…
¿Cómo tratar las pesadillas en niños? Hay que darle confianza para que hable del tema durante el día, responderle con honestidad, pero asegurándole que no tiene por qué ocurrir nada y que él estará seguro. Hay que darle tiempo para que asimile la nueva situación y pierda el miedo. Poco a poco, las pesadillas irán desapareciendo.
Si sus miedos son a algo concreto, como animales o insectos, hay que procurar hacérselos más familiares. Si en cambio le asustan los seres imaginarios como monstruos y fantasmas, le explicaremos que no existen, que sólo están en la fantasía.