Los niños con síndrome de Down, por lo general, pueden hacer la mayoría de cosas que cualquier niño sano puede hacer; por eso, muchos de estos niños, asisten a las mismas escuelas que los niños que no padecen el síndrome.
Sin embargo, debido a su retardo mental, aprenden más tarde que otros niños; y algunos de ellos, necesitan recibir clases especiales a partir de la edad preescolar que los ayudan a desarrollar destrezas en la mayor medida posible.
Además, muchos niños consiguen integrarse completamente en las aulas para niños normales. Aprenden a leer, escribir y participan en diversas actividades propias de la niñez como lecciones de música y pintura, y clases de baile.
Si tu niño va a asistir a una escuela regular, y como tú eres la persona que más lo conoce, tienes que trabajar con su maestro y con otros colaboradores para diseñar un plan con el mejor método de aprendizaje para tu pequeño.
No olvides que antes de tomar cualquier decisión, lo mejor será que lo consultes con el médico de tu pequeño para que te ayude a elegir el mejor camino. Recuerda que los niños con síndrome de Down lo único que quieren es ser aceptados y tener amigos.