Los niños con discapacidad motora necesitan de sus padres para estimular sus habilidades en un trabajo conjunto con los profesionales encargados de su tratamiento.
Desde muy pequeños los padres pueden iniciar a sus hijos en actividades donde la coordinación de sus ojos y brazos comiencen a ejercitarse. Recurrimos a juegos para lograrlo:
- Hacen sus primeras construcciones con legos
- Lanzan y capturan pelotas de diferentes dimensiones y pesos
- Utilizan los videos juegos sin hacerlo un hábito. Los horarios son controlados por los padres.
Existen otras actividades donde la motricidad fina (Viso- manual) es puesta en práctica mediante el rasgado de papel y manualidades donde es necesario recortar figuras para luego pegarlas en otra clase de material.
Pintar es otra forma de incentivarlos a desarrollar sus habilidades, los pinceles que utilizarán serán de todo grosor. Cuando adquieran mayor destreza manejarán los crayones, y conforme se perfeccionen los lápices.
Anima a tu pequeño a realizar figuras con sus manos: vivencias o fantasías infantiles serán plasmadas con ayuda de la plastilina, mientras la actividad del amasado continuará desarrollándose con la arcilla. Muéstrale cómo se hace, de seguro tu niño pronto te imitará.