Los sentimientos son manejados con éxito por los niños con inteligencia intrapersonal. Una habilidad asociada a pequeños que aprenden a conocerse a si mismos desde sus primeros años, comprenden sus emociones y se desenvuelven en su vida adulta con gran madurez.
La inteligencia intrapersonal forma parte de las inteligencias múltiples o inteligencia emocional que conviene inculcar en los niños. Acerca a los pequeños al conocimiento de su propio yo; los niños tienen una idea más clara de quienes son y cuál es su sentir. Es una cualidad pocas veces observada en las personas pues en vez de buscar esta conexión emocional muchos la ignoran por el temor a sufrir.
La tarea consiste en ayudar a los menores a controlar sus sentimientos. Probablemente los reconocerá de inmediato pero no siempre tendrá las herramientas para dominarse. Los padres necesitan orientarlos explicándoles cuando es conveniente o no exteriorizar su estado de ánimo, la ira es un ejemplo claro de cuando es mejor meditar antes de reaccionar.
La inteligencia intrapersonal beneficia a los niños en sus relaciones sociales. Entender sus emociones probablemente les ayudará a comprender a sus compañeros, manejarse con mesura y tener claridad en sus sentimientos cuando algo verdaderamente les desagrada.