Si bien, la relación entre el niño y su entorno familiar o social no provoca los problemas de aprendizaje, un ambiente negativo influye en incrementar esta dificultad.
La falta de estimulación desde sus primeros años de vida, tiene consecuencias sobre su desarrollo psicomotor, e intelectual.
Los conflictos en casa, originan en los niños angustia y un bloqueo emocional que los vuelve indiferentes a los estudios, o a cualquier norma social establecida.
La falta de comunicación entre el niño y sus padres, la escasa capacidad para reflexionar sobre los problemas, y baja autoestima en el menor son otras de las causas de las dificultades en el aprendizaje.
Los castigos físicos o reprensiones verbales solo ocasionan en el niño sentimientos de vergüenza, culpa y temor. Difícilmente se consigue ayudarlos, por el contrario el pequeño persiste en su dificultad para aprender.