La causa está en la ausencia de una sustancia (el surfactante pulmonar) que cubre los pulmones por dentro y que tiene como función disminuir el esfuerzo físico necesario para llenarlos pulmones de aire al inspirar. Cuando no hay surfactante o la cantidad es escasa, los pulmones se colapsan y el esfuerzo necesario para llenarlos de aire es cada vez mayor.
La actividad del surfactante se inicia en la semana 32 y no se perfecciona totalmente hasta la semana 35. A este problema hay que añadir la poca fuerza muscular que hace que los prematuros se agoten rápidamente al respirar.
Los pulmones de los bebés no maduran de la misma manera dentro del útero. Sabemos que cuando durante el embarazo se presenta algún problema que hace pensar en a posibilidad de un parto prematuro, los pulmones del feto maduran antes, como si supiera que debe prepararse para salir al mundo exterior antes de tiempo. A pesar de ello, los problemas respiratorios siguen siendo muy frecuentes.
Cómo prevenirlos
Cuando es necesario adelantar el parto los médicos realizan un análisis del líquido amniótico para detectar el grado de surfactante pulmonar del que dispone. Así pueden comprobar si el pulmón del feto está maduro.
Otra forma de prevenir los problemas respiratorios es administrando corticoides a la madre. Por eso, cuando se prevé que el nacimiento será prematuro, se administran estos medicamentos sistemáticamente.
El tratamiento
El objetivo del tratamiento es conseguir que el bebé se oxigene de forma adecuada. Para ello se utilizan múltiples recursos como hacer uqe el bebé respire en una incubadora, que supone un ambiente rico en oxígeno; conectarle a una máquinamediante un tubo unido a la tráquea para que le ayude a respirar (si la medida anterior no ha sido suficiente) y, por último, se le puede adminitrar surfactante a través de este mismo tubo.
Aunque el recién nacido tenga que permanecer semanas en la Unidad de Cuidados Intensivos, actualmente el índice de supervivencia es muy alto.