Si tu niño tiene diarrea debes seguir alimentándolo, pero con algunas restricciones para evitar complicaciones.
Puedes alimentar a tu niño con comidas suaves, que son recomendadas durante las primeras 24 horas, tales como bananas, arroz, compota de manzana, pan tostado y cereal sin azúcar. Solo en caso de que tu pequeño reaccione bien frente a estas comidas, puedes empezar a darle otras durante las próximas 48 horas.
Debes evitar las comidas con mucha azúcar y grasas, tales como el helado, la gelatina, el pudín, los chocolates y las comidas fritas; estas pueden irritar el estómago de tu pequeño. Evita estos productos lácteos de 3 a 7 días.
Si quieres volver a los hábitos alimenticios normales de tu pequeño, tienes que esperar que pasen más o menos 3 días después de que la diarrea haya parado. También, puede ser que tu niño haya estado vomitando, si esto ha sucedido debes esperar 6 horas después de la última vez que vomitó, para recién poder invitarlo a que coma.
Recuerda que NO debes obligar a tu niño a comer, puede ser que durante los primeros días, luego de que haya pasado el mal de la diarrea y de los vómitos, se resista a comer porque no tiene hambre.