Aunque muchas mujeres que se han operado para reducirse los pechos pueden dar de mamar a sus hijos sin complicaciones, lo cierto es que en ocasiones puede surgir algún problema después de esta operación. A veces, tras una reducción mamaria no se conserva por completo la capacidad de lactar, debido a que algún conducto ha quedado dañado u obstruido. Te recomendamos que optes por la lactancia, pero estate atenta a la cantidad de leche producida, para poder atender a tu bebé con leche de fórmula en el caso de que surja algún inconveniente.