Según la Organización Mundial de la Salud, comprende desde los 10 hasta los 19 años de edad. El inicio es más evidente en algunos peques, tanto en el aspecto físico o psicológico, sin embargo para otros, el cambio se produce un poco más tarde.
Durante la adolescencia , los padres deben aconsejar a sus hijos y animarlos a tomar sus propias decisiones bajo su dirección. Los conflictos familiares serán más intensos cuando los límites sean inexistentes, o cuando suceda todo lo contrario; educar a nuestros hijos con demasiadas exigencias solo logrará apartarlos del hogar.