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Las claves de un buen descanso para tu bebé

Las claves de un buen descanso para tu bebé 17 enero, 2018Deja un comentario

Periodista y publicista. Head of Branded Content. Mi objetivo es conectar marcas y personas a través de contenidos interesantes, útiles y relevantes. Porque, sin duda, una buena historia es la mejor imagen de marca.

El sueño del bebé

Un sueño reparador para tu bebé, que le proporcione el descanso que necesita, es tan importante como una adecuada alimentación. El sueño infantil no solo favorece la recuperación física del pequeño después de un día de intensos descubrimientos, sino que contribuye a su correcto desarrollo neurológico, por lo que conocer las claves de un buen descanso es fundamental para su bienestar.

Durante los primeros meses de vida, los bebés pasan durmiendo gran parte del día y de la noche, entre 14 y 20 horas diarias. Poco a poco, las horas de sueño se van reduciendo hasta que la separación entre el día y la noche queda establecida.

Seguro que ya has comprobado que cuando tu pequeño no descansa lo suficiente se muestra irritable, incómodo, tal vez, incluso, no quiera comer y, mucho menos, jugar. El sueño del bebé es básico para su bienestar y para facilitárselo debes tener en cuenta algunos aspectos importantes.

Detalles que marcan la diferencia en el sueño de tu bebé

Procura establecer una rutina previa al sueño, especialmente cuando se trate del sueño nocturno. Un relajante baño, la última toma del día en un ambiente relajado, una habitación con la temperatura y la iluminación adecuada… son detalles esenciales para ayudar al bebé a conciliar el sueño y conseguir el descanso que tanto necesita.

Además, entre los elementos clave también hay que incluir una cuna, colchón y almohada adecuados, del mismo modo que cuidar también los detalles de su ropa.

La cuna del bebé: el elemento clave para su descanso

El mobiliario y los accesorios imprescindibles a la hora de dormir también son importantes. La cuna siempre debe adaptarse a las necesidades del bebé y, por supuesto, debe resultar absolutamente segura.

En un primer momento, puedes optar por un moisés o mini cuna, pero ten en cuenta que tu hijo crecerá muy rápido y llegará un momento en que debas acostar al bebé en una cuna más amplia para que se sienta a gusto y pueda descansar cómodamente.

Por otro lado, cuando tu bebé tenga más movilidad, no estará de más colocar algún protector acolchado en los laterales de la cuna para evitar que pueda darse algún golpe.

Elige el colchón y la almohada correcta para tu hijo

El colchón es el soporte donde tu hijo descansa, así que elige siempre uno de calidad óptima y que además se adapte a la edad del bebé.

El colchón debe resultar suave y agradable al tacto y tener una buena adaptabilidad, teniendo en cuenta que el niño pasará un considerable número de horas sobre él. Su firmeza debe ser intermedia, siempre dependiendo del peso del pequeño, para que sea cómodo, pero no demasiado blando, evitando así que se hunda.

También es recomendable optar por uno hipoalergénico, ya que aún no sabes si tu hijo puede presentar algún tipo de alergia a ciertos materiales. También es importante el tamaño. Por eso, hay que comprobar que se adapte perfectamente a la cuna, sin dejar huecos laterales.

¿Cómo saber cuál es la mejor almohada?

En cuanto a la almohada, ésta cumple una función importante a la hora de cuidar la buena postura de tu pequeño al dormir. Pero recuerda que no debes utilizarlas hasta que el bebé tenga, al menos, un año y medio. De hecho, usar una almohada antes de esta edad puede resultar incluso peligroso para el bebé.

Cuando llegue el momento de tener que comprar una, es mejor elegir almohadas viscoelásticas adaptadas a tu tamaño, que protejan, especialmente, sus cervicales.

No olvides poner a tu bebé ropa cómoda y bien identificada

Para que el pequeño esté cómodo y pueda dormir plácidamente, es mejor ponerle ropa que le permita moverse y con la que pueda agitar sus brazos y piernas siempre que quiera.

Para ello es aconsejable la ropa elaborada en tejidos naturales, sobre todo algodón, que mantenga la temperatura corporal adecuada y sea transpirable, evitando que el bebé pase frío o se agobie por un exceso de calor.

Por último, una buena idea, sobre todo si envuelves a tu hijo en mantas durante el invierno para que no pase frío, es usar cintas personalizadas para la ropa. Así, se pueden marcar para que no se pierdan y siempre estén localizadas.

 

Siguiendo estas sencillas claves que acabamos de ver, tu bebé descansará a las mil maravillas, algo que, como comentamos, es fundamental para que tenga un desarrollo saludable.

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