El sarampión es una enfermedad viral altamente contagiosa, causada por un paramixovirus del género Morbillivirus.
Esta enfermedad se contagia por medio de la respiración, en contacto con los fluidos nasales o bucales infectados, por vía directa o aérea. El período de incubación oscila entre 4-12 días, donde no se presentan síntomas. El período de contagio va desde la aparición de los síntomas hasta 3-5 días luego de la aparición del sarpullido.
Los primero síntomas del virus del sarampión son: fiebre, tos, enrojecimiento e irritación en los ojos, y erupción en la piel, que luego se propaga. Quienes hayan padecido la enfermedad o fuesen vacunados, presentarán inmunidad contra esta afección.
Si bien con la vacunación generalizada, los casos de sarampión descendieron notablemente, hasta desaparecer en países como Canadá y Estados Unidos, las tasas de incidencia de la enfermedad han comenzado a elevarse nuevamente.
Los síntomas de la enfermedad ya manifiesta son:
- dolor de garganta
- rinorrea
- tos
- dolor muscular
- fiebre
- ojos inyectados de sangre
- manchas de Koplik (diminutas manchas dentro de la boca)
- fotofobia (sensibilidad a la luz)
Erupción cutánea que aparece 3-5 días luego de los primeros signos de la enfermedad. Puede durar 4-7 días. Por lo general comienza por la cabeza y se extiende luego a otras áreas, progresando en descenso por el cuerpo. Puede aparecer en forma de máculas (áreas planas y decoloradas), o como pápulas (áreas sólidas, rojas y levantadas, que se juntan posteriormente. Aparición de un intenso prurito.