Los signos prematuros de la LAL pueden ser similares a los de la gripe u otras enfermedades comunes, como una fiebre persistente, debilidad o cansancio constante, dolores en los huesos o articulaciones o inflamación de los ganglios linfáticos.
Los síntomas presentes más comunes son:
- Piel pálida y debilidad debido a los bajos niveles de hemoglobina (anemia)
- Predisposición a los hematomas y sangrado por la nariz debido al bajo nivel de plaquetas (trombocitopenia)
- Fiebre e infecciones persistentes debido al bajo número de glóbulos blancos normales (neutropenia)
- Fatiga, pérdida de peso, dolores en los huesos, dolores abdominales, y dilatación de los ganglios linfáticos, del hígado y del bazo pueden ocurrir.