Existen dos pruebas de laboratorio para ayudarse en el diagnóstico del virus del sarampión: el cultivo viral, y la serología para el sarampión.
No existe un tratamiento específico para el sarampión. La sintomatología puede aliviarse con reposo en cama, se administra en ocasiones paracetamol o acetaminofén, y con vaporizaciones.
Hay niños que requieren de suplementos de vitamina A, lo que reduce los riesgos de complicaciones y muerte. Esto se da en los países no desarrollados. Este tratamiento no se emplea en niños de otras regiones, pues no se ha determinado si el suplemento resultaría beneficioso en niños que no tengan deficiencias de dicha vitamina.
Existe un antiviral, la ribavirina, que puede ayudar en casos graves, o cuando el sistema inmunitario está debilitado. Pero no hay datos suficientes que corroboren sus efectos y no está aprobado por la FDA.
Las complicaciones que pueden presentarse en esta enfermedad son: otitis media, bronquitis, neumonía, encefalitis.