El eructo es la expulsión por la boca de los gases que el bebé acumula en el estómago, siempre y cuando, haya ingerido aire durante la toma de leche ya sea por el pecho o el biberón.
Aunque el eructo suele salir de manera espontánea mientras que el bebé está mamando o después de haber mamado, existen algunos bebés que necesitan ayuda para expulsar el aire.
Si sientes que tu pequeño necesita de tu ayuda para eructar, lo recomendable es hacerlo eructar varias veces durante y después de alimentarlo, para eso te damos algunos consejitos:
Pon a tu bebé contra tu pecho, quedando su barriguita apoyada en él, y con la cabeza sobre tu hombro. Dale palmaditas en su espalda y verás como poco a poco irá expulsando el aire.
Siéntalo sobre tu rodilla, ligeramente inclinado hacia adelante sobre tu mano derecha. Con la otra mano dale suaves golpecitos en la espalda.
Acuesta boca a bajo a tu bebé sobre tus piernas, con su cabecita apoyada sobre tus muslos y con tu mano derecha dale suaves palmaditas en su espalda.
Si después de realizar todas estas posiciones tu bebé no ha conseguido eructar, es probable que en su estómago no haya aire que expulsar. Recuerda que no todos los bebés necesitan eructar, y en algunos casos lo hacen sin que te des cuenta mientras están mamando.