Después de cada toma, los bebés necesitan expulsar el aire que han almacenado en la barriga mientras comían. Para conseguir que un bebé saque todo el aire es fundamental ayudarlo a eructar. Por ello, te contamos cuáles son las posturas más recomendadas para hacer eructar al bebé y cómo debes realizarlas para ayudar al bebé a sacar el aire cuando lo necesite.
4 posiciones para ayudar a eructar al bebé
Independientemente de si se alimentan con pecho o con biberón, los bebés suelen tragar aire mientras comen. Esto les ocurre especialmente a los niños más tragones, y es algo que con el paso de los meses van modificando poco a poco, a medida que aprenden a comer sin tragar aire. Si notas que tu bebé se queda con mucho aire dentro cada vez que le das su toma, y padece ciertas molestias como gases o cólicos del lactante, lo mejor es que aprendas cuáles son las posturas recomendadas para ayudar al bebé a eructar cuando lo necesite:
1. Apoyado en tu hombro
Cuando el bebé es aún muy pequeño y no es capaz de sostener la cabeza por sí mismo, la mejor postura para ayudarlo a expulsar el aire es apoyar su barriguita en tu hombro, colocarlo bien erguido, y con la mano que no lo estés sujetando intentar darle suaves palmaditas en la espalda o un suave masaje por la zona lumbar. En esta postura el estómago del bebé está rejalado y distendido, por lo que es probable que expulse todo el aire acumulado en la barriga sin mayor dificultad.
2. Sentado en tus rodillas
Si has intentado la postura de apoyado al hombro y no has conseguido que tu hijo eructe, entonces es momento de ponerlo sentado sobre tus rodillas. Intenta inclinarlo levemente hacia ti ayudándote con una de tus manos, y con la otra mano que te queda libre, dale unos suaves toques en la espalda. Esta postura para hacer que el bebé eructe después de comer es mucho más recomendable para bebés que sostienen por sí solos la cabeza, pero también resulta muy efectiva en niños recién nacidos que tienen muchas dificultades para expulsar el aire.
3. Acostado sobre tus piernas
Esta es la clásica postura para ayudar a un bebé a eructar y también una de las más efectivas. Consiste, fundamentalmente, en acostar al bebé sobre tus piernas con la cabeza apoyada sobre ti. Con una de tus manos le sujetas el cuerpo, y con la que te quede libre, le das un suave masaje en la espalda. Como el estómago está distendido porque está completamente apoyado sobre tus piernas, es probable que el bebé expulse el aire a través del eructo rápidamente una vez que lo coloques en esta posición.
4. Sentado en tus piernas
Cuando el bebé es capaz de sujetar por sí sólo su cabeza, es decir, aproximadamente a partir de los tres meses de vida, puedes probar esta postura para ayudarlo a eructar. Tan sólo tienes que sentarlo erguido sobre tus rodillas y sujetarlo con ambas manos por debajo de sus brazos. A continuación, tienes que dar unos pequeños saltitos con las piernas para ayudar al bebé a expulsar todo el aire que ha tragado durante la toma.
Hay que tener en cuenta, que si un bebé no eructa después de poner en práctica alguna de estas posturas, es probable que no necesite hacerlo o, simplemente, que ya haya eructado y no nos hayamos percatado. Otra recomendación que suelen hacer los pediatras es, precisamente, que no mantengamos a los bebés sentados por espacios de tiempo muy prolongados. Y es que al colocarlos en esta posición el estómago se dobla parcialmente, y al bebé le cuesta mucho más expulsar el aire.