Si acabas de ser mamá y pronto se acabará tu permiso de maternidad, es probable que una de las cuestiones que más te preocupen ahora es, precisamente, qué harás con tu bebé cuando llegue la hora de incorporarte al trabajo.
Si no tienes a ningún familiar cercano que pueda cuidar de tu hijo una vez que vuelvas a tu rutina habitual, lo más probable es que dudes cuál es la mejor opción para tu bebé: ¿contratar a una canguro en casa o llevarlo a una guardería? Estos son beneficios y los riesgos de cada una de estas opciones:
Si eliges la guardería…
A día de hoy, muchos padres eligen la guardería porque consideran que es la mejor forma de tener a sus hijos atendidos durante todo el día. Sin embargo, ir a la guardería puede tener ventajas e inconvenientes:
- Ventajas:
- Llevar a los niños a una guardería es una decisión acertada cuando los padres, por ejemplo, trabajan desde casa y necesitan disponer de tiempo y concentración para llevar a cabo sus labores diarias.
- La guardería es también una buena opción cuando el carácter de nuestros hijos es algo más difícil que el de otros niños, por ejemplo, si son algo hiperactivos, impulsivos, o intolerantes. En este caso, acudir diariamente a la guardería e interactuar con más niños puede ser una buena solución para calmar su carácter y moldear su difícil temperamento.
- Los niños que asisten a la guardería tienen más facilidad para acatar normas y para aprender la disciplina junto a los demás niños. Además, si tu hijo se queda al comedor en la guardería es mucho más fácil que aprenda a comer de todo de una forma más sencilla y desde bien pequeño, ya que las guarderías suelen ofrecer completos menús en los que los niños han de probar todo tipo de alimentos.
- Inconvenientes:
- Los niños que se quedan en una guardería están más expuestos a contraer enfermedades como resfriados o cuadros estomacales, debido a que están en contacto con otros niños en la guardería en lugar de ser cuidados por una canguro en casa.
- La atención que reciben los niños en la guardería no es ni mucho menos tan personalizada como cuando son cuidados por una niñera, que se dedica en exclusiva a atenderles a ellos y no a más niños.
Si eliges una canguro en casa…
- Ventajas:
- Has de saber que, el no ir a la guardería no va a repercutir en el proceso de socialización ni va a suponer un retraso en la educación de tu hijo. Y es que los niños que se quedan al cuidado de una canguro, no son ni menos sociables, ni irán más retrasados en sus conocimientos cuando empiecen la educación preescolar.
- Otra razón muy evidente, y a la vez muy práctica para los papás, es que los niños que se quedan al cuidado de una canguro, están menos expuestos a muchas enfermedades que se transmiten con facilidad cuando están con más niños.
- Cuando están al cuidado de una canguro en casa, la atención que reciben los niños es mucho más atenta y personalizada que la que reciben cuando van la guardería. Hay que tener en cuenta que en la guardería son muchos los niños que están bajo la vigilancia de una única cuidadora. Sin embargo, los que se quedan en casa disponen de toda la atención de una cuidadora para ellos solos.
- Inconvenientes:
- Si por alguna razón los padres trabajan en el hogar y necesitan que una niñera cuide de sus hijos, tendrán que lidiar con más estrés ambiental durante sus tareas que si los pequeños estuviesen siendo atendidos en una guardería.
- Aunque no corren el riesgo de no adquirir habilidades sociales siendo cuidados por una canguro, el hecho cierto es que tener contacto con otros niños en una guardería nunca viene mal para desarrollar estas competencias, aunque es algo que sin duda harán de todas formas en el colegio.
Por lo tanto, la decisión de llevar a los niños a una guardería o de mantenerlos al cuidado de una canguro en casa, debe ser meditada cuidadosamente por los padres cuando llegue el momento oportuno.
Y es que, mientras en las guarderías los niños aprenden la disciplina y la socialización con otros niños de una manera más sencilla, los niños que permanecen al cuidado de una canguro en casa están menos expuestos a padecer enfermedades y reciben el cuidado y la atención de una forma mucho más exclusiva, que los niños que van a la guardería.