Entre los alimentos que más producen alergia son: la leche de vaca, el huevo, el pescado y el maní. Por otro lado, la dermatitis atópica en bebés es una de las tres enfermedades alérgicas más comunes (junto con el asma y la rinitis). Es un proceso inflamatorio de la piel, que se caracteriza por producir prurito (ganas de rascarse).
Cuando el niño crece, esta aparece en los pliegues del antebrazo y en las corvas. La dermatitis atópica sugiere que el niño tiene una predisposición al asma y la rinitis.
Con frecuencia, quien sufre esta dermatitis atópica también es alérgico a la leche de vaca, al huevo y los ácaros, explica el pediatra alergólogo Francisco Leal Quevedo.
Rinitis: es la inflamación de la membrana mucosa –que reviste la nariz– a menudo causada por la alergia al polen, al polvo u otras sustancias presentes en el aire. La rinitis provoca estornudos, comezón, moqueo y congestión nasal.
Asma: es una enfermedad inflamatoria del aparato respiratorio que provoca dificultad en la respiración (disnea). En pacientes sensibles, esta inflamación causa episodios recurrentes de sibilancias, falta de aire, presión en el pecho y tos, particularmente durante la noche o temprano en la mañana.
Anafilaxis: es una «reacción sistémica» que significa que diversos sistemas de órganos se ven afectados, incluidos la piel, las vías respiratorias superiores e inferiores, el sistema cardiovascular, los ojos, y la vejiga. Sus síntomas son náuseas, vómito, dolor de estómago, urticaria, hinchazón de los tejidos en los labios o en las articulaciones, diarrea, picazón de la piel, ansiedad intensa o dolor de cabeza, estornudos, falta de respiración y silbido al respirar, lagrimeo de los ojos, entre otros.
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