Los niños que tienen sólo labio leporino (sin paladar hendido) normalmente no tienen dificultades de alimentación; pero los que presentan paladar hendido tienen más complicaciones para alimentarse.
Si tu niño presenta estas anomalías puede y debe ser amamantado, pero te exigirá más tiempo y paciencia. Por eso, puedes usar algunas técnicas y métodos alternativos como un sacaleche. De esta forma, tu pequeño recibirá las calorías necesarias para aumentar su peso y seguir un desarrollo normal.
En cada toma mantén a tu bebé en posición erguida para evitar que el alimento se le salga por la nariz. Además, tiene que recibir la leche a través de tomas frecuentas y cortas. Alimentar a un bebé con labio leporino requiere de mucho tiempo al principio, pero en cuanto se tiene práctica es más fácil.
También, puedes usar jeringuillas. Normalmente, se une un tubo suave de goma al extremo de la jeringa, que se coloca luego en la boca del bebé.
Es fundamental que consultes con tu médico acerca del mejor método de alimentación o de algún complemento alimentario para tu bebé. Recuerda que sólo el médico podrá determinar la mejor solución para cada caso.