Un niño con diabetes puede beneficiarse a grandes rasgos del mismo tipo de dieta que un menor que no padece la enfermedad. Aunque los niños con diabetes no tienen que seguir una dieta especial, sí deben prestar atención a la cantidad de comida que toman así como a las horas a las que la ingieren.
Los niños con diabetes necesitan, al igual que el resto de menores, comidas que les ayuden a tener buena salud, un crecimiento y desarrollo adecuados y un peso saludable. Los menores diabéticos deben tomar alimentos que les ayuden a mantener los niveles de lídipos o grasas en la sangre.
Cuando prepares las comidas de tu hijo, asegúrate de conocer todos los ingredientes que contienen los alimentos que le estás dando. Sobre todo, controla los carbohidratos, ya que estos pueden afectar los niveles de azúcar en la sangre. El cuerpo descompone o convierte la mayoría de los carbohidratos en glucosa, que es absorbida por la circulación sanguínea. Mientras el nivel de glucosa sube en la sangre, el páncreas emite una hormona llamada insulina, que traslada la glucosa desde la sangre hacia las células, donde se usa como una fuente de energía.
No existe una cantidad exacta de carbohidratos que tu hijo diabético debe tomar, si no que ésta depende de su edad, su peso, su actividad física… Tu pediatra te orientará acerca del plan de alimentación que debes seguir con el niño.