Desde el primer momento del nacimiento del bebé, punto fundamental para su desarrollo es sin duda la estimulación para el recién nacido: para su desarrollo y crecimiento sano. Estos puntos que te pueden ayudar:
- Cuando el niño esté llorando cálmalo y háblale en un tono de voz acorde a las necesidades que él te ha expresado, si está molesto háblale en tono de preocupación, si te reclama háblale alegremente, así aprende diferentes expresiones del rostro, si te sientes alegre, triste, cansada o molesta.
- Recuerda de recompensar con besos y caricias cada conducta que realiza o alcanza.
- Pásale el pezón o dedo alrededor de la boca y oprímele suavemente los labios, de este modo se ejercitan los músculos de la cara, lengua y garganta.
- Lleva al niño a un lugar muy poco iluminado alternativamente, cuando esté despierto de noche, prende y apaga la luz varias veces.
- Coloca tu rostro frente al niño, a unos 20 cms. de distancia, muévelo lentamente hacia uno y otro lado, hacia arriba y hacia abajo, desarrolla así el bebé los músculos de los ojos.
- Voltea la cabeza para buscar la voz de quien le habla.
- Habla cerca del oído del bebé y pronuncia dulcemente su nombre en ambos oídos.
- Mueve los brazos y piernas tratando de cruzarlos en la línea media corporal, cuando el niño esté despierto.
- Coloca tu dedo en la palma de la mano, rózalo suavemente el dorso de la mano.
- Coloca el bebé boca abajo, háblale y llámalo por su nombre mientras te mueves cerca de él para que te preste atención.
La estimulación para el recién nacido son ejercicios y acciones muy concretas y relacionadas con el afecto y cuidado con el bebé, pero a la vez se consigue una estimulación temprana que se va fomentando en cada etapa del niño.