Una vez que ha perfeccionado la acción de agarrar, el lanzamiento de objetos no está lejos, de modo que cuidado, a muchos bebés les encanta arrojar sus juguetes. Para cuando cumpla su primer añito, le gustará lanzar una pelota, construir torres con bloques apropiados y golpear cosas entre sí.
A los 2 años es cuando emerge su faceta artística; le encantarán los lápices y ceras de colores y los usará para dibujar y hacer garabatos. A los 3 años, ya tendrá la coordinación suficiente como para intentar escribir algunas letras, incluso su nombre.
Para estimular el reflejo de agarre de tu bebé puedes probar a colocar un juguete u otro objeto llamativo justo fuera de su alcance y alentarlo a que lo agarre. (No lo frustres colocándolo tan lejos que no pueda llegar a él.) Dale muchas cosas que pueda agarrar con facilidad, como bloques blandos, aros de plástico y libros de cartón.
Más tarde, cuando empiece a experimentar con el agarre de pinza, anímalo a atrapar con los dedos alimentos tiernos como chícharos o zanahorias cocidas; son buenos modales hasta que aprenda a utilizar la cuchara. Para protegerlo contra un posible atragantamiento, es recomendable mantener alimentos como nueces, zanahorias crudas y otros que no se disuelven en la boca, lejos de su alcance.