Cuando los niños son aún pequeñitos viven sus primeros días en la guardería con angustia. Muestran evidencia en su llanto lo difícil que será estar alejados de sus padres e iniciar la convivencia rodeado de otros niños.
Los sollozos de tu niño suelen quebrarte el corazón cada vez que lo llevas a la guardería, sin embargo es un momento inevitable en la vida de todo pequeño que necesitas vivir junto a él, ayudándole a superar la separación sin presiones.
Es normal verlo todavía temeroso al cambio. Niños de 1, 2 y más evidente en pequeños de 3 años el distanciamiento es complicado; aún así gradualmente se irán adecuando al medio social en el que viven sin mayores problemas.
Las preguntas relacionadas a su estancia en la guardería suelen abrumarlos. Si deseas conocer cual es su sentir enfócate en las actividades que realiza junto a sus compañeritos: ¿Cuántos dibujos hiciste hoy? ¿Con qué juguetes jugaste?, eso les ayudará a comprender que no la pasan tan mal lejos de casa.