Cuando comienza el invierno y bajan las temperaturas, los niños se vuelven más vulnerables y son proclives de contraer enfermedades comunes que suelen afectar a las vías respiratorias.
Esto se debe a que el sistema inmunológico de los bebés y los niños no es tan fuerte como el de los adultos, ya que están en etapa de crecimiento. Por tanto, sus defensas son más bajas frente a ciertas agresiones externas, como es el caso del frío, la lluvia, el viento o la nieve.
¿Cómo podemos detectarlas? A continuación, te explicamos cuáles son las enfermedades infantiles más frecuentes del invierno y sus principales síntomas. ¡Comenzamos!
Enfermedades comunes en niños durante el invierno
La aparición de mucosidad, tos y fiebre son los síntomas que suelen padecer los pequeños durante la temporada de frío. Sin embargo, es importante conocer y diferenciar las enfermedades respiratorias y víricas más comunes en los niños. ¡Hacemos un repaso por todas ellas!
Bronquiolitis
Una de las enfermedades que más surgen en invierno es la bronquiolitis. Suele afectar a los bebés menores de 2 años y provoca una infección de los bronquiolos debido a la presencia del virus sincitial (VRS o SRV).
¿Principales síntomas de bronquiolitis en el bebé? Comienza como un catarro que afecta a las vías altas y produce tos, mucosidad y fiebre. Sin embargo, a los pocos días, también genera dificultad para respirar, por lo que sus tomas de leche son más cortas.
En este caso, es fundamental consultar con un pediatra cuanto antes. Actualmente, una de las mejores opciones es contar con una atención médica personalizada de forma telemática y durante las 24 horas del día. Como, por ejemplo, proporciona el seguro de salud Elma. De este modo, podrás consultar con tu médico de forma inmediata a través de una app, de un chat online o mediante una videollamada.
Bronquitis
La bronquitis es una inflamación aguda de los bronquios, que son los conductos que conectan la tráquea con los pulmones. Por ello, los niños tienen una dificultad para respirar, se produce una gran cantidad de mucosidad y aparece tos, congestión y dolor en la zona del pecho.
Se trasmite a través de las gotas de saliva, por lo que los niños lo pueden contagiar sobre todo al toser, hablar o estornudar. Otro aspecto a destacar es que se puede desarrollar a causa de una gripe mal curada.
Amigdalitis
La infección de la amigdalitis está generada por la presencia de un virus o una bacteria, siendo una de las más comunes el estreptococo. Genera una inflamación de la faringe, por lo que está presente en la garganta.
Suele producir dolor de cabeza y de garganta, fiebre, dificultad para comer y una posible pérdida de voz.
Neumonía
Este tipo de enfermedad se caracteriza por ser de origen infeccioso y provoca una inflamación de uno de los pulmones o ambos. Puede surgir tras una gripe o resfriado. Sus principales síntomas son fiebre alta, tos, mucosidad, dolor al respirar y escalofríos.
Su principal complicación es que afecta a las vías respiratorias dificultando la entrada de aire en los pulmones. Por este motivo, es esencial acudir a un especialista cuanto antes.
Gripe o influenza
La gripe que padecen los más pequeños está causada por la presencia de un virus denominado influenza. Suele afectar a las vías respiratorias y sus síntomas son fiebre alta, alrededor de 38,5 grados; dolor de cabeza, tos, mucosidad, dolor muscular, vómitos y dolor abdominal.
También es común que haya una pérdida de apetito e irritabilidad en los niños. A veces se suele confundir con el resfriado común. Sin embargo, la gripe infantil suele provocar una fiebre bastante alta.
Cómo prevenir las enfermedades infantiles
El frío, el viento y la lluvia pueden afectar mucho a los más pequeños. Por eso, es esencial seguir algunas recomendaciones:
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.
- Mantener una buena ventilación y ajustar el nivel de humedad en casa. Por ejemplo, se puede hacer uso de un humidificador.
- Abrigar de forma correcta a los niños. Lo ideal es ponerles tres capas de ropa. Una interior, una prenda de ropa y después el abrigo al salir de casa.
- Incluir en su dieta las frutas y verduras, sobre todo aquellas que son ricas en vitaminas A y C.
- Lavar las manos de los niños con frecuencia.
- No compartir utensilios que usen otros niños.
Para que tu bebé crezca sano, es fundamental saber distinguir todos estos síntomas. De este modo, el pequeño se curará mucho más rápido.