El síndrome Asperger es un desorden relacionado con el autismo que se manifiesta a menudo como comportamiento «excéntrico» más que incapacidad pronunciada y obvia. Fue identificado como un trastorno separado en 1944 por un doctor alemán, Hans Asperger, que observó comportamientos similares y extraños en varios de sus pacientes.
Las características sutiles de este trastorno hacen que a menudo sea pasado por alto por los profesionales de la salud, que sí pueden notar los síntomas más obvios de otros tipos de autismo
Ninguna forma de autismo es bien comprendida por la medicina, pero hay una particular falta de conocimiento sobre el síndrome de Asperger. Sin embargo, los expertos afirman que no existe asociación entre síndrome de Asperger y el crimen violento.
Muchos individuos con Asperger llevan vidas muy productivas, en campos altamente especializados tales como la docencia. Sin embargo, su comportamiento es a menudo ligeramente anormal, quizás por carecer de habilidades sociales, incluso si tienen más interés en la interacción social que las personas con otras clases de autismo. A menudo una persona con Asperger puede estar obsesionada con asuntos complejos tales como música, historia, o el tiempo, y tener unas habilidades verbales por encima de la media. Pero en algunos casos, la voz parece ser plana y carente de emoción, el discurso puede ser artificial y repetitivo, y las conversaciones tienden a girar en torno a uno mismo más que los demás. Muchos tienen problemas de dislexia o de escritura – y pueden dar la impresión de carecer de sentido común. Los casos más severos de Asperger pueden ser propensos a la depresión o incluso a la agresión.
La estimaciones hechas en Gran Bretaña indican que pueden existir unos 30.000 niños con este síndrome. El diagnostico es extremadamente subjetivo, centrándose principalmente en la interpretación de los patrones del comportamiento más que en pruebas físicas. Y hay pocas opciones de tratamiento. Aunque algunos autores sugieren el uso de medicamentos como Ritalin, su utilización no está carente de polémica.
Un portavoz de la Sociedad Nacional de Autismo de Inglaterra afirma que: «No hay asociación establecida entre el síndrome de Asperger y la agresión, ni evidencia que sugiera que las personas con el síndrome de Asperger tienen más probabilidades de romper la ley que cualquier persona en la población en general.
Conviene informarse del síndrome de Asperger en niños para ayudarles desde el principio de este trastorno.