Si sospechas que tu niño ronca por las noches, presta atención a los siguientes síntomas, un especialista será el indicado de investigar las causas e iniciar con tu ayuda un rápido tratamiento.
Observa el sueño del bebé. Si tiene la cabeza inclinada hacia atrás, fuerte respiración, boca abierta, traspiración excesiva, y hundimiento de pecho como si no pudiera recibir aire son indicios de un problema respiratorio que pudieran complicarse.
Los ronquidos en los niños se producen muchas veces debido a una interrupción en la respiración superior a los 10 segundos mientras duerme. A este trastorno se le denomina Apnea de sueño y entre sus consecuencias se observa la inapetencia, disminución de memoria, o desconcentración.
El pequeño durante el día pueden mostrarse nervioso o intranquilo, la intervención de un médico especialista será necesaria para solucionar su problema ubicando cual es la raíz. En caso sea producto de sobrepeso, una dieta será el primer paso a seguir, en una alergia o resfriado, atacar directamente la dolencia dará buenos resultados.
Te aconsejamos visitar cuanto antes un médico porque eso marcará la diferencia en su recuperación. Cuando el ronquido se vuelve crónico influye en el desarrollo físico del niño, y en su aprendizaje escolar.