Existen muchas dudas sobre la capacidad de visión de los bebés y sobre cómo ésta se desarrolla a medida que el niño va creciendo. Lo primero que hay que dejar claro para determinar cuándo empiezan los bebés a ver como los adultos es que los bebés ven desde el mismo instante de su nacimiento, aunque está primera visión es aún limitada e inmadura.
Alrededor de la semana 26 – 27 del embarazo, los ojos del pequeño están completamente formados y el feto es ya capaz de abrir y cerrar los párpados. Se cree, además, que en las últimas semanas previas a su llegada al mundo, el bebé puede percibir en el útero materno los cambios de luz que se producen en el exterior.
Un recién nacido ve lo que le rodea pero su visión es imperfecta y solo capta de manera más o menos definida aquello que tiene cerca. En las primeras semanas, el pequeño ve con nitidez lo que se encuentra a una distancia no superior a los 20 – 30 centímetros. No deja de ser curioso que ésa sea la distancia media que hay entre su carita y la de sus padres cuando lo tienen en el regazo por ejemplo a la hora de amamantarlo o de mecerlo para que se duerma. En ese momento, os mira y os ve bien.
¿Cuándo ve con claridad un bebé?
A medida que pasan las semanas, los ojos de tu hijo enfocan cada vez mejor y su campo de visión se va extendiendo. Aunque hay que tener en cuenta el ritmo de desarrollo de cada niño, en general, un bebé de entre un mes y medio y dos meses y medio ya ve con la suficiente amplitud y nitidez para empezar a reconocer a los que le rodean y para distinguir las formas y los colores de su entorno.
Es normal que en las primeras semanas el niño mueva los ojos de manera descoordinada. No hay que preocuparse. El pequeño está aprendiendo a focalizar, mejorando su visión con cada día que pasa gracias a las formas de estimular la visión de los bebés y a su desarrollo.
Hay que dejar claro que si no existe malformación o enfermedad alguna, el bebé ve desde que abre sus ojos por primera vez, aunque necesita un tiempo para fortalecer esa visión y dejar que el bebé sea capaz de reconocer a las personas y todo lo que le rodea. A partir del cuarto o quinto mes, puede considerarse que el desarrollo de su vista se ha completado en gran medida.
