Hasta los dos años se considera que un niño es un lactante por tanto debe de seguir tomando leche, ya sea materna que es lo ideal o sucedáneo si la madre no le da el pecho. Las recomendaciones son las de ofrecer por lo menos 500 ml de leche al día, no siendo conveniente el pasarnos de dicho aporte ya que por un lado puede ocasionar cuadros de falta de apetito o anorexia en el niño y por otro lado se asocia con la posibilidad de ocasionar anemias ferropénicas. Por tanto la leche es muy importante, pero en su justa medida, es decir medio litro al día. En general, aconsejamos cuando no toman pecho, las leches en polvo tipo 2 hasta los dos años de vida, aunque si inician leches líquidas para lactantes denominadas júnior o de crecimiento, también es una opción valida, pero más cara, aunque los pediatras preferimos introducir estas leches sobre los 18 meses de vida como muy pronto. La leche de vaca entera no darla antes de los 2 años.
Con respecto al resto de alimentos, el niño a partir del año, si no tiene ninguna intolerancia o alergia, puede tomar cualquier alimento, evitando fritos, alimentos muy condimentados y bollería industrial. Es a partir del año cuando deberemos de ofrecer los alimentos menos triturados para acostumbrar al niño a la masticación ya que esta es muy importante para el desarrollo mandibular y el posterior desarrollo dental. De todas formas no nos obsesionemos con que nuestro hijo mastique, con el tiempo lo hará. Yo en mi larga trayectoria como pediatra después de haber asistido a miles de niños no he conocido ninguno niño normal que con el tiempo no mastique sin problemas, salvo raras excepciones de patología malformativa asociada.
En esta etapa de la vida además del consumo de leche es muy importante el aporte diario de hidratos de carbono en forma de cereales con gluten que se pueden ofrecer en el desayuno o en la merienda, o utilizar el arroz y las pastas en la comida. La carne es fundamental y necesaria no siendo recomendables las dietas vegetarianas. Utilizaremos carne de pollo, ternera, cordero, conejo, etc y la podemos cocinar con un poco de aceite de oliva o realizar un guiso acompañado de verduras. El pescado también es un alimento importante y debe de tomarlo diariamente o en días alternos, los pescados blancos son los mejor tolerados pero pueden tomar sin problemas pescados azules. El huevo se ofrecerá en forma de tortilla, revuelto, pasado por agua o en el puré del medio día o noche y su frecuencia será de 2-3 a la semana. Las frutas las ofreceremos en forma de papilla, a trocitos o realizando batidos al mezclarlas con leche, según las apetencias del niño y su frecuencia debe de ser diaria. Las verduras son importates para mantener un buen hábito intestinal por lo que recomendamos el ofrecerlas diariamente en forma de guiso o como acompañamiento de la carne o el pescado, para así evitar la tentación de ofrecer muchas patatas fritas.
Por último evitaremos abusar de alimentos fritos y rebozados, son calorías vacías que aunque a los niños les gusta mucho, su utilización debe estar restringida en esta etapa y en etapas posteriores también y quiero recordar a los padres que el acto de comer debe de ser un momento agradable para el niño y los padres, no lo convirtamos en un momento de estrés por una mala educación culinaria, permitiéndoles caprichos, premios y muchos menús en cada comida que lo único que provocarán es que nuestro hijo sea un niño mal comedor, mimado y tirano con sus padres. Ningún niño en nuestro país se muere de hambre por no comer, eso solo pasa desgraciadamente en el tercer mundo.
Enseña a comer a los niños de manera saludable y consigue una dieta equilibrada para tus hijos, cuando sean mayores te lo agradecerán.