Tu bebé es tan frágil que cualquier error podría lastimarlo. Elige una buena postura a la hora del sueño del bebé para evitar problemas. Por ello, antes de acostar al bebé debes pensar en adaptarlo desde pequeño a una determinada posición de dormir.
Posturas para dormir al bebé
El recién nacido necesita una postura distinta para cada actividad que realiza ya sea durmiendo, jugando, a la hora del baño o comiendo. Los pediatras recomiendan unas posturas concretas y los padres acuestan a sus hijos a dormir como ellos creen conveniente. Conoce las ventajas y las desventajas de las diversas posiciones de los recién nacidos al dormir.
¿Es mejor acostar a tu bebé boca arriba?
Los especialistas recomiendan la postura boca arriba para evitar los problemas respiratorios y el síndrome de la muerte súbita del bebé. Sin embargo, algunas madres optan por acuestan a sus bebés de lado porque así logran en menos tiempo hacerlos dormir.
Observando estos puntos y el desarrollo del bebé, nuevos estudios pediátricos recomiendan que durante los tres primeros meses de vida del bebé hay que acostarlo boca arriba para evitar el síndrome de muerte súbita.
Hasta los 4 meses tu podrás acomodar a tu bebé, como todavía no logra tener control de sus cuerpecito no podrá moverse ni voltearse; luego, empezará a moverse mucho. A partir de los seis meses, tu pequeño tendrá la fuerza para colocarse de la mejor forma.
Pros y contras de dormir al bebé de costado y boca abajo
Por otro lado, la posición de costado del bebé apareció como un acuerdo entre lo que querían los papis y lo que pedían los pediatras. Los primeros apuestan por dormir de lado, y defienden que les proporciona protección a los bebés a la hora de dormir. Los segundos recalcan que la postura de lado no significa lo que los padres defienden y que además, el hecho de dormir al bebé junto a varias almohadas no es útil.
Respecto a dormir al bebé boca abajo, los expertos no lo recomiendan debido a que dicen que no aporta protección al pequeño y le costará más conciliar el sueño. Algunos padres sí optaban por esta postura para el sueño del recién nacido hasta que llegaron a la conclusión de que si dormían al bebé boca abajo sobre ellos mismos, aumentaba el riesgo de asfixia y no le ayudaban a expulsar mejor los gases, como en principio ellos pensaban.
