Los niños sordos acceden al lenguaje escrito a través de la comunicación por señas para más adelante aprender a leer. Su educación especial se inicia de este modo, a diferencia de pequeños oyentes que solo necesitan un canal oral-auditivo para expresarse.
Son los padres las personas más cercanas al niño y por lo tanto quienes tienen la responsabilidad de acercarlos a la alfabetización incluso antes de iniciar su vida escolar. Mientras mayor sea su contacto con la escritura más rápido será el aprendizaje y enseñanza para niños en la lectura infantil.
Los niños que aprenden la lectura y escritura a una corta edad fueron probablemente orientados por sus padres con libros, cuentos o con actividades relacionadas a esta área: redactar una carta sencilla, anotar recados o al participar en la narración de un cuento; son situaciones favorables para su aprendizaje.