La lactancia materna se llevará a cabo con éxito si adoptas una postura correcta que te permita dar el pecho a tu bebé sin complicaciones para ninguno de los dos. Aquí te explicamos cómo amamantar al lactante sentada y te desvelamos algunas de las posturas básicas para dar el pecho sentada en una silla o en el sofá.
Cómo amamantar sentada
Estar sentada es quizá la postura más idónea para que la mamá aprenda a dar el pecho a su bebé. La madre ha de estar sentada, con la espalda recta, apoyada en el respaldo de la silla o el sillón donde se encuentre y con los hombros relajados. El bebé se ha de colocar de frente, con la barriga pegada a la de la madre.
Para amamantar al bebé la mamá ha de sujetar al lactante apoyando su cabecita en el antebrazo, de forma que quede justo frente al pecho. La boca del bebé tiene que estar bastante abierta, con los labios hacia afuera y la nariz y el mentón pegados o rozando el pecho. Con la mano libre, la mamá puede sujetar el pecho, poniendo la mano abierta en forma de C y estimulando el reflejo del bebé rozando sus labios con el pezón.
Principales posturas para amamantar sentada
¿Quieres saber cuáles son las posiciones para amamantar sentada más comunes? Además de consultarlo con el pediatra, puedes aprender a dar el pecho sentada probando las posturas que te indicamos a continuación. Encuentra la postura que resulte más cómoda para ti y para tu bebé:
- Postura con el bebé estirado: mientras tú permaneces sentada en una silla mecedora o en el sofá, tu bebé debe situarse frente a ti con su cuerpo y sus pies hacia el pecho contrario. Esta es precisamente una de las posiciones para amamantar más habituales.
- Posición de «balón de rugby»: en este caso, el cuerpo del bebé se ubica debajo del brazo de la mamá y sus pies se dirigen a la espalda. Esta postura ayuda a prevenir posibles obstrucciones o mastitis que impiden la correcta circulación de la leche.
- Posición del caballito: coloca al bebé sentado a horcajadas sobre la pierna del mismo lado del pecho del que vaya a mamar. Aunque no es una posición muy frecuente, lo cierto es que puede resultar muy útil para aquellos bebés con dificultades para agarrarse al pecho.