Si estás a punto de ser mamá es posible que hayas decidido alimentar a tu bebé con leche materna, al menos durante los primeros meses. Sin embargo, hay factores y circunstancias que pueden impedir la lactancia materna y en este caso, la única vía posible será la lactancia artificial. ¿Conoces las principales diferencias entre la lactancia materna y la lactancia artificial? ¿Cuáles son las principales ventajas y desventajas de la leche materna y la leche artificial para el bebé?
Beneficios de la leche materna para el bebé
Según señala la Organización Mundial de la Salud (OMS) la leche materna es el alimento ideal para todos los niños hasta los seis meses. Y es que la leche materna contiene todos los nutrientes que el bebé necesita para su desarrollo hasta esta edad, y también favorece un vínculo muy especial entre madre e hijo.
La leche materna cuenta con nutrientes esenciales para fortalecer el sistema inmune del bebé. Por ello, son muchos los médicos y especialistas los que sostienen que los niños que se alimentan a través de leche materna, son menos vulnerables a ciertas enfermedades víricas e infecciosas.
Sin embargo, y para que la leche materna resulte óptima para la alimentación de tu bebé, has de cuidar mucho tu dieta y mantener a raya todos los malos hábitos. Y es que, las madres que están lactando, deben evitar el consumo de café, de alcohol, de tabaco y de otras sustancias tóxicas que puedan pasar directamente a la leche materna.
Asimismo, es importante que la madre que está dando el pecho lleve una dieta variada y equilibrada durante la lactancia en la que no falte ningún nutriente esencial. De hecho, y según reconoce la Asociación Española de Pediatría, las madres que están dando de mamar deben ingerir una dieta que contenga más de 1.800 calorías al día, porque las dietas de menos calorías pueden disminuir la cantidad de leche.
¿En qué se diferencia la lactancia materna de la lactancia artificial?
Las fórmulas de leche artificial han mejorado mucho desde el punto de vista nutricional en los últimos años. De hecho, la lactancia artificial se ha convertido en la alternativa perfecta para todas aquellas madres que no pueden amamantar a sus bebés.
Sin embargo, una de las principales diferencias entre la lactancia materna y la artificial es, precisamente, la composición de la leche. Y es que, mientras la leche materna está compuesta fundamentalmente por partículas y macromoléculas disueltas, la leche de fórmula, sin embargo, se fabrica a partir de una mezcla de un compuesto en polvo con agua.
Además de esta diferencia de composición, la lactancia materna aporta a los bebés una cantidad importante de anticuerpos ante determinadas enfermedades, y ayuda también a mejorar la digestión de los niños, evitando problemas gástricos como el estreñimiento, la diarrea o los cólicos del lactante.
Otra de las diferencias esenciales entre la lactancia materna y la artificial es su precio, y es que mientras dar el pecho a tu bebé es un gesto que te sale completamente gratis, la leche de fórmula, sin embargo, tiene un precio mucho más elevado. De hecho, es difícil encontrar fórmulas artificiales por menos de 12 euros cada envase de 500 gramos.
La forma de administrar la toma es también una de las principales diferencias que existen entre la lactancia materna y la lactancia artificial. Y es que, mientras que en la lactancia materna la madre alimenta al bebé a través de su pecho y ella es la única que puede alimentar a su bebé. Con la lactancia artificial, sin embargo, es preciso utilizar un biberón y esto hace posible que cualquier otra persona pueda alimentar al niño, y no sólo su madre.
Si ha llegado el momento de empezar con la lactancia mixta – es decir, combinar la leche materna con la artificial en diferentes tomas -, no te pierdas las claves para alternar la lactancia materna y la lactancia artificial que te indicamos.