Detectar la intolerancia a la lactosa no es sencillo y menos en un bebé, porque los síntomas pueden confundirse fácilmente con los que puede provocar cualquier molestia gastrointestinal pasajera. Por eso, es esencial aprender a detectar si el bebé es intolerante a la lactosa a tiempo para garantizar una buena salud desde los primeros meses de vida.
En general, la intolerancia a la lactosa se produce cuando el organismo no es capaz de digerir adecuadamente los azúcares (lactosa) que contienen la leche y sus derivados porque carece de la suficiente cantidad de las enzimas (lactasa) necesarias para descomponer esos hidratos y hacer que la leche no siente mal.
No es habitual que un bebé presente intolerancia a la lactosa aunque puede darse sobre todo en niños prematuros que no cuentan en su organismo, aún en desarrollo, con la suficiente lactasa. En estos casos, puede tratarse de una intolerancia pasajera, que desaparecerá a medida que el pequeño crezca.
Si tu bebé tiene una intolerancia permanente y severa a la lactosa puede que incluso tengas que renunciar a la lactancia materna ,ya que la lactosa no solo está presente en la leche de vaca o cabra, sino también en la humana. También es importante que consultes con el pediatra cualquier duda que tengas sobre la alimentación del bebé desde su nacimiento.
¿Cómo detectar la intolerancia a la lactosa en mi bebé?
Sin las correspondientes pruebas no puedes tener certeza de una posible intolerancia, pero hay una serie de señales de que el bebé es intolerante a la lactosa y que pueden hacerte sospechar que tu hijo y la lactosa son incompatibles. El síntoma de la intolerancia a la lactosa en los bebés más habitual es que sufra fuertes y constantes diarreas especialmente transcurrido un corto periodo de tiempo tras cada toma. Además, el pequeño también puede presentar abdomen hinchado, gases excesivos o cólicos.
Si notas que a tu hijo la leche, materna o de continuidad, no le está sentando bien, la consulta al pediatra debe ser inmediata porque si el pequeño no se alimenta de manera adecuada, no ganará el peso conveniente y puede tener problemas de desnutrición. En ese sentido, el pediatra estudiará el caso particular de tu hijo, haciendo las pruebas necesarias para descartar otras posibles causas de los problemas gástricos que sufre el bebé. Probablemente, te indicará cambiar su leche habitual (incluida la materna) por una sin lactosa para ver si los síntomas desaparecen confirmando así la intolerancia.
