Los bebés prematuros precisan de mucho cariño y atención hasta que se encuentran totalmente recuperados y alcanzan el mismo nivel de desarrollo que el de los bebés que nacen a término. Estos son los cuidados especiales que un bebé prematuro necesita, tal como te explicamos.
Los cuidados especiales del bebé prematuro
Se dice que un bebé es prematuro cuando nace antes de las 37 semanas de gestación, mientras que los bebés nacidos a término son los que nacen entre las 38 y 42 semanas de embarazo. Si acabas de ser mamá de un bebé prematuro, descubre todos los cuidados especiales que necesitará tu hijo a partir de ahora.
Los bebés prematuros precisan de unos cuidados especiales a nivel de salud, debido a que al tener un nacimiento antes de término, estos niños pueden presentar inmadurez en algunos de sus órganos así como un bajo peso al nacer.
Este es el motivo por el que muchos bebés prematuros pasan las primeras semanas de su vida en una hospitalaria Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN), que están especialmente diseñadas para proporcionar a estos bebés una atmósfera que les satisface sus necesidades básicas, así como para asegurarles un crecimiento y desarrollo adecuados:
1. Alimentación
El alimento ideal para los bebés prematuros es la leche materna. Por ello, lo mejor es comenzar con la lactancia materna cuanto antes. Sin embargo, como los bebés prematuros no tienen la capacidad de succión al nacer, durante los primeros días se les suele alimentar a través de una sonda nasogástrica, y la leche materna (que ha sido extraída mediante sacaleches) se les administra a través de una jeringuilla.
Una vez que recibe el alta hospitalaria, significa que el bebé es capaz de alimentarse por sí solo a través del instinto de succión, por lo que podrás también empezar a alimentarlo a través de la lactancia materna normal.
2. Crecimiento
Otro de los aspectos que debes tener en cuenta en el cuidado de un bebé prematuro es que los bebés que nacen antes suelen ingerir cantidades de leche menores que los bebés nacidos a término. Por ello, la curva de aumento de peso de los bebés prematuros evoluciona de forma más lenta que la de los bebés que llegan al final de la gestación.
Sin embargo, gracias a los recientes avances que ha experimentado la neonatología, 9 de cada 10 bebés prematuros con un peso que oscila en torno a los 800 gramos al nacer, consiguen sobrevivir y tener una vida completamente normal en el futuro.
3. Higiene y limpieza
Una vez que el bebé recibe el alta hospitalaria y se marcha a casa, es muy importante extremar las medidas de higiene en el hogar pues el bebé prematuro tiene un sistema inmunitario menos desarrollado que el de los bebés que nacen a término.
Por ello y para cuidar al bebé prematuro en casa, hay que evitarle los cambios bruscos de temperatura, especialmente en el baño o durante los cambios de pañal, y evitar exponerlos a ambientes en los que haya mucha gente, pues el riesgo de contagio de virus e infecciones es mayor en estos ambientes.
4. Masajes
El desarrollo cognitivo y motor de los bebés prematuros es también una cuestión fundamental que debe ser controlada tanto por el pediatra como por los padres del niño.
En este sentido, se ha demostrado que los masajes son una técnica especialmente beneficiosa para el desarrollo motor y cognitivo de los bebés prematuros. Estos bebés han pasado mucho tiempo hospitalizados y, una vez que llegan a casa, necesitan sentir la cercanía y el contacto físico con sus padres para sentirse arropados y seguros. Además, a través de los masajes para bebés, los bebés prematuros comienzan también a establecer el apego o el vínculo afectivo con sus padres.