Los primeros síntomas de la bronquiolitis son similares a los del resfriado común, es decir, en la bronquiolitis existirá congestión nasal, moqueo, tos leve y fiebre. Se trata de unos síntomas que en uno o dos días empeoran poco a poco, y a ellos se suma también la respiración sibilante, los conocidos como «pitos» al respirar.
Principales síntomas de la bronquiolitis
Además de los síntomas típicos del resfriado común, el bebé con bronquiolitis también suele presentar:
- Alteración del pulso cardíaco.
- Respiración rápida y superficial.
- Retracciones, es decir, hundimiento del cuello y del tórax en cada respiración.
- Ensanchamiento de las fosas nasales.
- Irritabilidad, dificultades para dormir y signos de fatiga.
Normalmente el bebé enfermo de bronquiolitis también pierde el apetito y, incluso, puede vomitar después de sufrir los ataques de tos. En los casos de los bebés prematuros , pueden tener episodios en los que brevemente dejan de respirar, los denominados «apneas».
En los casos más graves, estos síntomas empeoran con rapidez y, debido a la fatiga y la poca entrada de aire en los pulmones, la piel puede volverse amoratada, especialmente en los labios las uñas. También hay que vigilar los síntomas de deshidratación provocados por los vómitos y la poca alimentación.